El folículo, formado por un ovocito rodeado por células somáticas, es la organización más frecuentemente en los ovarios de los animales. En los mamíferos los folículos se producen durante el periodo embrionario, cesando su producción en el periodo perinatal. Desde el nacimiento permanecen en estado de reposo hasta que en la pubertad, o madurez sexual, comienzan a madurar en grupos más o menos numerosos, y en periodos de tiempo diferentes, dependiendo de la especie animal.
Los folículos de reserva o primordiales son ovocitos rodeados por una sola capa de células somáticas más o menos aplanadas, formando la capa de células de la granulosa. La capa de la granulosa está delimitada del estroma del ovario por una lámina basal. Estos son los que se originan durante el periodo embrionario. Los folículos primordiales se disponen en la periferia del ovario, próximos a la túnica albugínea. Aquí, los ovocitos están detenidos en la fase de la meiosis profase I, antes de la primera división meiótica.
Algunos folículos primordiales se activan y comienzan su maduración al comenzar la pubertad y se seguirán activando folículos primordiales hasta la menopausia en mamíferos. El periodo de maduración del folículo terminará en el estado de folículo de Graaf, en el cual se produce la ovulación.
En el inicio del proceso de maduración de los folículos primordiales las células somáticas que rodean al ovocito se transforman de aplanadas en cuboidales formando una capa denominada granulosa (Figura 1). Asimismo, se crea una capa de material extracelular claro entre el ovocito y la granulosa denominada membrana pelúcida. También se produce un aumento de tamaño del propio ovocito. En esta fase se dice que tenemos folículos primarios.
La granulosa aumenta el número de células y el número de capas en torno a la membrana pelúcida. Externamente a la lámina basal de la granulosa se organizan células muy aplanadas formando una capa denominada teca, inicialmente con poco espesor, pero que progresivamente se dividirá en una teca interna formada por células más redondeadas y productoras de estrógenos, y por una teca externa con células más aplanadas que son fibroblastos, célula muy parecidas a las musculares lisas, y con muchos vasos sanguíneos. Es decir, la teca interna es hormonal y la externa funciona como un tejido conectivo de soporte y estructural. Las células de la teca son generadas a partir de células del estroma del ovario. La teca es esencial para proporcionar sustento a la células de la granulosa y al propio ovocito. Tenemos ahora el folículos secundario. El folículo irá creciendo en tamaño y en las células de la granulosa se irán abriendo espacios llenos de fluido y carentes de células denominados antro. Tenemos entonces el denominado folículo antral, una etapa más desarrollada del folículo secundario (aunque en algunas fuentes le denominan folículo terciario).
Posteriormente, los espacios llenos de fluido se fusionan para formar un único espacio. En él se encuentra el ovocito rodeado por la membrana pelúcida y por unas pocas capas de células granulares, denominadas cúmulo oóforo. Las células de este cúmulo en contacto con la membrana pelúcida se denominan corona radiada. El cúmulo oóforo está unido a la capa de la granulosa por un istmo de células. La capa de la granulosa ha crecido en número de células y en espesor. También la capa de la teca es más espesa y con más células. El crecimiento de la parte somática del folículo hace que éste aumente enormemente de tamaño, denominándose en este estadio folículo terciario. Un folículo terciario bien desarrollado se llama folículo de Graaf. Es el paso previo a la ovulación. En humanos, el ovocito termina la primera división meiótica en este estadio y por tanto se genera un ovocito secundario, junto con un cuerpo polar.
La ovulación consiste en la liberación del ovocito desde el folículo de Graaf, y desde el ovario, hasta el pabellón de la trompa de Falopio. Junto con el ovocito, rodeándolo, también se libera la membrana pelúcida y una capa de células de la granulosa formando la denominada corona radiada (restos del cúmulo oóforo).
Las células de la granulosa y las de la teca interna del folículo que liberó el óvulo se dividen muchas veces y forman una estructura grande denominada cuerpo lúteo. Su misión es producir hormonas como progesterona y estrógenos. Si hay fecundación e implante del embrión en el útero el cuerpo lúteo permanece durante el periodo de embarazo. De lo contrario, se mantiene activo durante unos días y luego cesa su actividad, convirtiéndose en el denominado cuerpo albicans, que posteriormente degenera.
Durante la maduración del folículo las células de la teca proporcionan todos los andrógenos que requiere el folículo para su desarrollo, mientras la granulosa secreta los estrógenos. No hay células de la teca antes que empiece el desarrollo de los folículos durante la pubertad.
El folículo en desarrollo está formado por 3 tipos celululares con orígenes embrionarios diferentes: los oocitos que son células germinales, las células de la granulosa que tienen origen epitelial y las células de la teca que tienen origen mesenquimático.