Atlas de histología vegetal y animal

English
Oscuro
Inicio / Órganos animales / Tegumento

Órganos animales

TEGUMENTO

El tegumento recubre la totalidad del cuerpo y está formado por la piel y sus derivados. La piel está compuesta por epidermis, dermis e hipodermis (Figura 1). Entre los derivados de la piel se encuentran los pelos, las uñas (escamas y plumas en el caso de los vertebrados no mamíferos) y aquellas glándulas que liberan su producto de secreción a la superficie externa corporal. Se habla de piel gruesa cuando el espesor de la dermis y la epidermis es grande, normalmente consecuencia de soportar un alto estrés mecánico. La piel fina tiene epidermis y dermis más delgadas y se localiza en zonas corporales con pocos roces mecánicos.

Tegumento
Figura 1. Esquema de los principales componentes del tegumento. 1: epidermis, 2: dermis papilar, 3: dermis reticular, 4: hipodermis, 5: glándula sudorípara ecrina, 6: células adiposas, 7: folículo piloso, 8: glándula sebácea, 9: glándula sudorípara apocrina, 10: corpúsculo de Pacini, 11: músculo erector, 12: vasos sanguíneos, 13: terminal nerviosa sensorial, 14: papilas dérmicas, 15: crestas epidérmicas, 16: epidermis delgada.

La epidermis proviene del ectodermo embrionario, mientras que la dermis e hipodermis del mesodermo. A la cuarta semana de desarrollo embrionario en humanos, el embrión está rodeado por una capa de células bajo la cual hay mesénquima. A las 6 semanas dicha capa y el mesénquima empiezan a proliferar y a desarrollarse para forma la piel. Los folículos pilosos, las uñas y las glándulas de la piel se desarrollan al tercer mes.

Tegumento
Piel fina en mamíferos
Tegumento
Piel gruesa en mamíferos

1. Funciones

El tegumento desempeña multitud de funciones. Es la principal barrera física del cuerpo frente al medio externo, pero es también un órgano que capta información del exterior. Como barrera física protege frente a la luz ultravioleta, frente a daños mecánicos, a patógenos y toxinas, y evita la desecación del cuerpo. Es una estructura sensorial de primer orden puesto que en en el tegumento reside el sentido del tacto y la percepción de la temperatura externa. Es un importante regulador térmico en muchos animales, tanto mediante la eliminación de calor en forma de agua por transpiración, como mediante la protección frente al frío mediante grasa. También inicia el proceso para la absorción de la vitamina D necesaria para los huesos. La secreción de sustancias, algunas feromonas, a la superficie del tegumento permite la comunicación entre individuos.

2. Epidermis

Epidermis
Epidermis

La epidermis es la capa más externa de la piel. Es un epitelio estratificado plano queratinizado formado principalmente por células denominadas queratinocitos. Protege frente a la pérdida de agua, hace de barrera frente a toxinas, resiste estrés mecánico y participa en respuestas inmunes. Esta barrera se establece gracias a los queratinocitos, los cuales forman una entramado muy cohesionado entre los distinto estratos gracias a los complejos de unión. Como todos los epitelios, la epidermis presenta características típicas tales como carecer de vasos sanguíneos y descansar sobre una capa de matriz extracelular muy diferenciada denominada lámina basal. Ésta es una capa de matriz extracelular sintetizada por los queratinocitos y por los fibroblastos que funciona como barrera y como elemento de adhesión entre la dermis y la epidermis. Con el microscopio electrónico se pueden identificar 4 capas en la lámina basal: superior en contacto con la epidermis, la lámina lúcida, lámina densa, y lámina sub-basal.

Queratinocitos
Queratinocitos

La epidermis puede ser más o menos gruesa, dependiendo de las tensiones mecánicas a las que se haya sometida. Por ejemplo, es más gruesa en la palma de las manos o en aquellas zonas de fricción frecuente. Independientemente de su grosor se suele dividir en 4 estratos, que de dentro a fuera son: basal o germinativo, espinoso, granuloso y córneo. En la piel gruesa puede distinguirse a veces un estrato adicional entre el granuloso y el córneo denominado estrato lúcido. En el estrato basal es donde se da la proliferación de los queratinocitos, los cuales van desplazándose hacia la superficie y madurando hasta convertirse en células muertas queratinizadas que forman el estrato córneo. Esto es una tarea difícil ya que al mismo tiempo que la epidermis debe mostrar una enorme estabilidad, sus células también tienen que ser dinámicas para regenerar el tejido constantemente y responder frente a posibles lesiones.

En la epidermis se encuentran otros tipos celulares, además de los queratinocitos. Los melanocitos sintetizan la melanina, la cual protege frente a los rayos ultravioleta. En humanos suele haber 1 melanocito por cada 4 a 10 queratinocitos en el estrato basal. La mayor proporción de melanocitos se da en la piel de los genitales. Las células de Langerhans, o dendríticas, provienen de la médula ósea, representan entre el 3 y el 6 % de las células de la piel en humanos y se encuentran sobre todo en el estrato espinoso de la epidermis. Estas células forman parte del sistema inmune como células presentadoras de antígenos. Las células de Merkel se encuentran en el estrato basal y en las vainas de los folículos pilosos y son células sensoriales que detectan estímulos mecánicos. Estos tres tipos celulares se encuentran distribuidos en forma laxa en los estratos profundos de la epidermis. Los queratinocitos provienen del ectodermo epidérmico, capa embrionaria del embrión. Sin embargo, los otros tipos celulares se originan en otras partes del embrión y viajan hasta la epidermis para posteriormente infiltrarse entre los queratinocitos. Por ejemplo, los melanocitos se originan de una población celular embrionaria denominada crestas neurales.

3. Dermis

La dermis se sitúa debajo de la lámina basal y está formada por tejido conectivo. Más del 90 % de las fibras de la matriz extracelular de la dermis están formadas por colágeno tipo I y III. También hay fibras reticulares. Los fibroblastos son el tipo celular más abundante. La misión de la dermis es dar soporte mecánico y nutrir a la epidermis y sus derivados. Existen proyecciones de la dermis hacia la epidermis denominadas papilas dérmicas, las cuales están muy vascularizadas y rodeadas por expansiones hacia el interior de la epidermis denominadas crestas epidérmicas. Tanto papilas como crestas son más frecuentes en la piel más gruesa, aquella sometida a más estrés mecánico. Se pueden distinguir dos capas en la dermis. La más externa, denominada papilar, que incluye a las papilas dérmicas, está formada por conectivo laxo que posee una gran cantidad de capilares sanguíneos y linfáticos encargados de alimentar a la epidermis, además de regular la temperatura corporal mediante vasodilatación y vasoconstricción. Existen también numerosas prolongaciones de células sensoriales, algunas atraviesan la lámina basal y penetran en la epidermis. La capa más profunda de la dermis se denomina reticular y es tejido conectivo denso con menor número de células, con fibras de colágeno más densas y fibras elásticas más gruesas. Aquí se encuentran las partes secretoras de las glándulas y la mayor parte de los folículos pilosos.

En la dermis hay dos plexos de vasos sanguíneos: uno superficial, en la dermis papilar, y otro subdérmico, bajo la dermis reticular. Están comunicados entre sí mediante vasos que corren transversales a la dermis. El plexo subdérmico se encuentra entre la dermis y la hipodermis e irriga a los folículos pilosos y a las glándulas sudoríparas. El superficial separa a la dermis reticular de la dermis papilar. De este plexo salen vasos que inervan las papilas dérmicas. Los vasos linfáticos empiezan en la dermis como vasos ciegos en uno de sus extremos situados en las papilas dérmicas. Los vasos linfáticos están formados por endotelio y carecen de lámina basal y pericitos. Los capilares linfáticos más superficiales no tienen válvulas, mientras que los más profundos sí las poseen, para evitar el reflujo de la linfa. Entre la dermis papilar y la hipodermis hay otro plexo denominado vascular inferior.

Los corpúsculos de Meisnner son mecanorreceptores que se encuentran en las papilas dérmicas. Los receptores de Vater-Pacini se encuentran en la transición entre la dermis y la hipodermis y detectan presión y vibración. El sistema nervioso autónomo que inerva la piel está formado por fibras que vienen de los ganglios del sistema nervioso simpático e inervan la musculatura lisa de los vasos sanguíneos, los músculos erectores de los folículos pilosos y los cuerpo glómicos (relacionados con el control del flujo sanguíneo y temperatura). En conjunto, estas terminaciones controlan la respuesta vasomotora, producción de sudor y la erección del pelo.

4. Hipodermis

Bajo la dermis nos encontramos con la hipodermis, también llamada tejido subcutáneo o panículo adiposo. Está formada principalmente por células adiposas rodeadas por tejido conectivo laxo y presenta distinto grosor dependiendo de la zona del cuerpo que consideremos. Las zonas de máximo grosor de la hipodermis varían con la edad y es diferente en hombres y en mujeres. En las zonas de la cabeza la dermis se continúa directamente con el hueso y por tanto carece de hipodermis. A veces, en la dermis o hipodermis nos podemos encontrar células musculares lisas responsables de la erección de los pelos, y en algunos casos células musculares estriadas como en el cuello y la cara.

5. Derivados

Glándulas sudoríparas
Glándulas sudoríparas ecrinas
Uña
Uña

Los derivados de la piel de mamíferos son los pelos, uñas y glándulas, todos ellos formados por la inducción de la dermis. Los pelos crecen en invaginaciones epidérmicas especializadas denominadas folículos pilosos, con distribución desigual por el cuerpo. Asociadas a los folículos pilosos se encuentran las glándulas sebáceas y las sudoríparas de tipo apocrino, las cuales liberan sus contenidos a la luz del folículo. Mientras, las glándulas sudoríparas de tipo ecrino se distribuyen en humanos por todo el cuerpo y liberan su contenido directamente a la superficie epidérmica. Las uñas son placas de queratina endurecida con abundancia de azufre, que la distingue de la queratina del resto de la piel. En algunas especies podemos encontrar otros derivados epidérmicos como pezuñas, cascos, cuernos, plumas o escamas.