El estómago es la cavidad del sistema digestivo donde se degradan los alimentos por la acción de los jugos gástricos. Tiene forma de letra J y está aplanado en el eje antero-posterior (Figura 1). Se encuentra a continuación del esófago. En la zona de transición entre ambos se encuentra el esfínter esofagogástrico, que evita el reflujo del contenido estomacal hacia el esófago. El paso del esófago al estómago supone un gran cambio anatómico e histológico en el tubo digestivo (Figura 2).
Al estómago llega la comida masticada y humedecida con la saliva. En él permanece la comida varias horas mientras es movida por la musculatura estomacal y degradada gracias a la secreción de los jugos gástricos, los cuales están formados por ácido clorhídrico, enzimas y moco. Los diferentes componentes de los jugos gástricos son liberados por las células epiteliales. Entre las enzimas liberadas por las células estomacales están la pepsina, que degrada proteínas, o la lipasa, que degrada las grasas. Se liberan también moléculas que permiten la absorción de vitaminas, así como hormonas tales como la gastrina.
En el estómago se observan 4 partes: el cardias es la zona de unión con el esófago; el fundus es una región dilatada que forma una especie de bóveda que sobresale por encima del cardias; el cuerpo es la región más extensa del estómago; el antro pilórico es la región más pequeña del estómago que en forma de embudo se estrecha para unirse al intestino formando el píloro. Esta zona contiene el esfínter pilórico que permite el paso del contenido gástrico a la porción inicial del intestino delgado, el duodeno.
Al igual que el resto del digestivo, el estómago está formado por cuatro capas: la mucosa, la submucosa, la muscular y la serosa.
La mucosa del estómago está formada por un epitelio simple de células cilíndricas altas que forma pliegues muy compactados. En las zonas más profundas de esos pliegues se forman las fositas gástricas o foveolas, cavidades en las que desembocan las glándulas gástricas (Figuras 3 y 4). Éstas son tubulares simples o ramificadas. El epitelio de las foveolas está formado por células de revestimiento secretoras de moco que lubrican la superficie de la mucosa, y la protegen de posibles lesiones.
Basándonos en la histología de la mucosa encontramos únicamente tres zonas en el estómago con características propias: el cardias, la región fúndica, que engloba el fundus y el cuerpo, y la región pilórica que incluye el antro pilórico y el píloro.
En la zona del cardias se observa un paso brusco del epitelio estratificado plano del esófago al prismático simple, el cual se invagina para formar las foveolas, que en esta región son poco profundas. En su fondo desembocan glándulas principalmente mucosas y de morfología túbulo alveolar, con características similares a las que se encuentran en el esófago. Pero en este caso, entre las células mucosas se localizan unas pocas células enteroendocrinas secretoras de gastrina, hormona que interviene en la motilidad del estómago y en la activación de células secretoras.
La región fúndica (comprende al fundus y al cuerpo) se diferencia en que las fositas de los pliegues de la mucosa son de una profundidad moderada, en el fondo de las cuales desembocan hasta siete glándulas gástricas. En este caso son glándulas tubulares, rectas y alargadas, llegando incluso hasta la muscular de la mucosa. La región más alta de la glándula recibe el nombre de cuello o istmo y en esta parte del estómago una glándula gástrica presenta cinco tipos celulares en su epitelio (aunque el número varía según las subdivisiones que se hagan en cada grupo) (Figura 5). En mayor o menor medida, estas células también aparecen en las otras regiones del estómago.
Las células mucosas del cuello producen un moco sulfatado líquido distinto del que secretan las células mucosas situadas más superficialmente en los pliegues. Se concentran en la región del cuello de la glándula fúndica.
Las células madre se encuentran en la parte superior del cuello y son responsables de la renovación del epitelio tanto de las células superficiales de revestimiento como de todos los tipos celulares de la glándula.
Las células parietales u oxínticas producen el ácido clorhídrico. Se distinguen claramente de las demás por su voluminoso citoplasma eosinófilo, tienen una forma más o menos triangular y a veces presentan dos núcleos. Se localizan principalmente en la parte del cuello, aunque también se encuentran en la parte más profunda de la glándula.
Las células principales son más pequeñas y de citoplasma basófilo ya que su producto de secreción es la pepsina, que se sintetiza en forma de pepsinógeno inactivo. Esta secreción está estimulada por la gastrina, la histamina y la acetilcolina. Sin embargo, son inhibidas por la somatostatina. Su localización en esta parte del estómago es principalmente en la parte inferior de la glándula.
Por último, las células endocrinas se distribuyen por toda la mucosa gástrica. Se diferencian por su morfología y sintetizan diversas hormonas y neurotransmisores.
Los últimos 5 cm del estómago constituyen la región pilórica que se caracteriza por la presencia de profundas foveolas y glándulas tubulosas ramificadas y enrolladas. Las células glandulares producen principalmente moco aunque también se localizan células parietales secretoras de pepsinas y células endocrinas secretoras de gastrina.
El epitelio del estómago descansa sobre una lámina basal bajo la cual se extiende la lámina propia de la mucosa. Esta capa está formada por tejido conjuntivo laxo rico en tejido linfoide difuso. Es delgada y contiene fibras de colágeno y reticulares. Debajo se encuentra la muscular de la mucosa que contiene dos capas, una con fibras musculares orientadas de forma circular y otra de forma longitudinal. A veces aparece una tercera orientada de forma oblicua.
La submucosa está formada por conectivo laxo con numerosos linfocitos y células plasmáticas. Contiene numerosos vasos sanguíneos y linfáticos.
Bajo la mucosa se encuentra la capa muscular formada por 3 capas de músculo liso: una interna oblicua, una intermedia circular y una externa longitudinal. Entre las capas longitudinal y circular se encuentran numerosas fibras nerviosas que forman el denominado plexo de Auerbach, las cuales coordinan las contracciones estomacales para digerir la comida.
La serosa del estómago es similar a la de otras partes del digestivo. Se continúa con el peritoneo de la cavidad abdominal y visceral.