Especie: ratón (Mus musculus; mamíferos).
Técnica: corte de parafina teñido con hematoxilina-azul de toluidina.
El cartílago articular se encuentra en las articulaciones sinoviales, carece de pericondrio y su principal misión es servir de almohadilla para las presiones mecánicas y proporcionar una superficie lisa y lubricada que contrarresta el rozamiento entre los huesos durante el movimiento. Como cualquier cartílago hialino carece de irrigación sanguínea, linfática o inervación nerviosa. Además, tiene poca capacidad de regeneración. El cartílago articular suele tener de 1 a 2 mm de grosor, aunque depende de la articulación y la especie animal.
La matriz extracelular del cartílago articular contiene colágeno, glicosaminoglicanos y glicoproteínas que le dan sus propiedades mecánicas y ayudan a hidratarlo, lo que es fundamental para su función. La proporción de agua en el cartílago articular disminuye desde su zona externa (80%) hasta la profunda (65%)(ver más abajo). El colágeno es la molécula orgánica más abundante, siendo predominante el colágeno tipo II, aunque también otros como el I, IV, V, VI, IX y XI, los cuales ayudan a la estabilización del colágeno tipo II. Los proteoglicanos representan del 10 al 15 % del peso seco de cartílago articular, representados principalmente por el agrecano. En general los condrocitos representan el 2% del total del volumen del cartílago.
Se distinguen varias zonas en el cartílago articular. La zona superficial es la más externa y la que realiza el contacto físico con el cartílago articular del hueso opuesto. Representa aproximadamente entre el 10 y el 20 % del espesor. En esta zona abundan los colágenos tipo II y IX orientados paralelos a la superficie del cartílago. Los condrocitos, las células maduras del cartílago, son aplanados. Esta capa superficial está en contacto con el líquido sinovial. A continuación viene la capa de transición o media (40-60 % del espesor del cartílago) y contiene muchos proteoglicanos y fibras más gruesas de colágeno, la densidad de condrocitos es menor y es la principal responsable de resistir la compresión mecánica. La zona profunda o interna (alrededor del 30 %) es la capa más próxima al hueso, las fibras de colágeno, las más gruesas, se disponen perpendicularmente a la superficie articular, y posee una gran cantidad de proteoglicanos. La capa profunda es la que más resistencia aporta. Los condrocitos se disponen normalmente en columnas perpendiculares a la superficie articular. Entre la zona profunda cartilaginosa y el hueso está situada la zona de cartílago calcificado, la cual ancla el cartílago al hueso.